jueves, 23 de julio de 2020

Una lebrijana, alumna del IES Bajo Guadalquivir, consigue en selectividad la máxima calificación de toda la Universidad de Sevilla

Después de una semana esperando los resultados de la prueba de evaluación y acceso a la universidad, con el consiguiente nerviosismo e inquietud, la jornada no ha podido ser más satisfactoria y gratificante para nuestro instituto y para Lebrija, con una intensa actividad en los medios de comunicación y en las redes sociales, pues una alumna del IES Bajo Guadalquivir ha conseguido la máxima calificación en la Universidad de Sevilla.
Marta Pérez Galán ha obtenido un 13'975 sobre 14, lo que le proporciona puntuación sobrada para acceder a los estudios universitarios deseados. Así que, en primer, procede felicitar a Marta y a su familia, transmitirle que nos llena de orgullo por llevar el nombre del IES Bajo Guadalquivir a lo más alto, un centro que cuenta con una trayectoria de casi cuarenta años preparando y formando a su alumnado con entusiasmo, pasión y gran profesionalidad. En segundo lugar, debemos felicitar al profesorado de Marta, por haber conseguido la excelencia con su esfuerzo y tesón, además en el año con las mayores dificultades que hemo encontrado jamás a causa de la pandemia, que tanto daño ha causado en nuestra ciudad.  


Con la amabilidad que le caracteriza, nos ha proporcionado esta imagen de su viaje de fin de estudios a la capital de la república italiana, de cuyo acontecimiento dimos debida información en nuestra bitácora de Helvia, y donde disfrutó enormemente como joven en estas circunstancias y como alumna del Bachillerato de Humanidades.
Marta cursó sus estudios de Educación Primaria con excelentes calificaciones en el CEIP "Josefa Gavala", uno de nuestros centros adscritos que tan ejemplar labor educativa y formadora desarrolla en Lebrija, como puede apreciarse, y a cuyos maestros y maestras felicitamos y enviamos un abrazo.
Admirable resultó la trayectoria académica y humana de Marta por la Educación Secundaria en nuestro centro. Así, Antonio Amarillo, actual responsable de la jefatura de estudios y profesor de Marta en 2º ESO recuerda con gran cariño aquel curso "porque me tocó dar clases en la tutoría de un maestro de los que escribe su nombre con mayúsculas en la memoria de sus alumnos, me refiero a Galván que era el tutor de 2º ESO A donde estaba Marta. Como profesor de Geografía e Historia de Marta en aquel curso 2015/2016, y viendo su trayectoria hasta hoy, solo puedo decir que es de las alumnas que dignifica y hace grande el tan menospreciado mundo de las Letras y las Humanidades. Marta contribuirá a la difusión del verdadero espíritu humanista y al amor por la cultura en su sentido más amplio, estoy seguro de ello. Es un enorme privilegio para este centro haber contado con una alumna como ella, así como también debería de serlo para su pueblo, es hora de reconocer por parte de la sociedad a estos grandes referentes de la excelencia y la meritocracia. Lebrija necesita a estos lebrijanos, el Bajo Guadalquivir siempre la recordará con especial cariño. Suerte en tu devenir, aquí siempre tendrás tu casa".
Brillante ha sido su recorrido por bachillerato, culminado con una Matrícula de Honor.
Nuria Mejías Muñiz, profesora de Lengua Castellana y Literatura y tutora de Marta durante el último curso de bachillerato, le dedica estas palabras:
"Nuestro verbo recordar lleva dentro la palabra corazón. Viene del latín recordare, que se compone del prefijo re- (‘de nuevo’) y un elemento cordare formado sobre el nombre cor, cordis (‘corazón’). Por lo tanto,  el corazón sería la sede de la memoria, que es donde irá, eternamente, el gran recuerdo que me queda de haber podido formar parte de tu sueño, de tu esfuerzo, de tu constancia y tu interés continuo. Enhorabuena por construir un nuevo  camino que te llevará a infinitas posibilidades y Muchas Gracias, la palabra Gracias es de las pocas que NO las dicta el cerebro y la emite las cuerdas vocales; las expulsa una visión de generosidad que va más allá de cualquier órgano humano, por lo cual, ¡Muchas gracias por tu trabajo!".
Con la máxima urgencia posible, la disponibilidad en estas fechas y la amabilidad y humildad de Marta, hemos podido hacerle una pequeña entrevista que nos ha contestado por whatsapp, con objeto de que podáis conocerla un poco:
  • ¿Qué sientes en estos momentos y de quién te acuerdas?
Pues sinceramente todavía estoy que no me lo creo, desde que vi esta mañana las notas estoy súper contenta y muy satisfecha con los resultados después de tanto esfuerzo. 
Creo que en este tipo de situaciones te acuerdas de varias cosas: de todos tus compañeros, tus profesores, el centro en el que has pasado tanto tiempo... Pero sobre todo de mi familia y mis amigos, que han estado siempre apoyándome y animándome a seguir hacia delante en los peores momentos.
  • ¿Qué recomendaciones darías a los alumnos y alumnas que comienzan bachillerato este año?
A todos los alumnos que comienzan bachillerato creo que les recomendaría que estuviesen tranquilos: son años duros, pero al final todo esfuerzo tiene su recompensa. Además creo que es muy importante estar siempre dándolo todo, esforzarse al máximo y dar lo mejor que puedas. Y por último creo que es MUY importante seguir tu vocación y estudiar lo que realmente te guste, sin presión ni sin sentir que estás haciendo un tipo de bachillerato por el qué dirán o porque te lo imponen tus padres: si algo no te gusta, es lógico que te cueste mucho más estudiarlo.
  • ¿Qué estudios universitarios afrontarás y con qué objetivo a largo plazo?
Me gustaría estudiar filología, aún estoy decidiendo entre estudios ingleses o un doble grado en estudios ingleses y filología hispánica, para poder llevar a cabo el trabajo que siempre me ha gustado: profesora.
Querida Marta, estamos convencidos de que llegarás a ser una gran profesora, y tu alumnado, el gran afortunado, pues además de empezar de forma excelente lo haces por vocación.
Podemos encontrar más información y detalles en los siguientes medios de información digitales, que enlazamos directamente:

martes, 26 de mayo de 2020

7 kilómetros

Manuel César es compañero en el Instituto, profesor de Educación Física, pero además Manuel tiene una particularidad muy especial. Fue un antiguo alumno del Instituto. Sí, él cursó sus estudios de la E.S.O. en este centro educativo, él pudo subir y bajar por las escaleras, como hacemos hoy, como hacen ahora sus alumnos y alumnas. Él pudo practicar lo que ahora es su asignatura siendo alumno, pudo correr y saltar obstáculos, entrar en las aulas de Música y de Plástica igual que ahora entran y salen otros alumnos y alumnas. Pudo esperar en la entrada de la sala de profesores preguntando por tal o cual profesor o profesora, igual que ahora hacen nuestros alumnos y alumnas, sus alumnos y alumnas. Y lo que es más total, pudo recibir clases de profesores que están todavía en activo y que ahora son sus compañeros. Es sorprendente a la vez que maravilloso, la fiel demostración que la vida sigue, que es un ciclo sin fin. Y aunque suene algo melodramático en estos tiempos tan tenebrosos, nosotros pasamos, pero otras cosas permanecen. Permanece el Instituto, el edificio, permanece la memoria tal y como a continuación vamos a ver.

Los hechos, los datos, que a continuación se exponen fueron transmitidos después de varias entrevistas y un documento escrito en el que puso en orden sus recuerdos. Las entrevistas sirvieron de desbroce de sus recuerdos, de ellas sacó la tarea de poner negro sobre blanco sus recuerdos con mayor precisión, sin prisas, con exactitud, rigor.
Podría tomar el documento que ahora escribo el aspecto de una entrevista, pero creo que no sería serio, pensaba que la entrevista se hiciera con cámara y pudiera colgarse en el blog, el dichoso covid19 lo ha impedido, como tantas otras cosas.
Por tanto, iré desgranando conforme a las notas recogidas en las entrevistas y en el documento presentado por Manuel, su devenir por el Instituto Bajo Guadalquivir.

Para Manuel César, el comienzo, primero de E.S.O. estuvo presidido por la motivación y la confianza. El cambio, el paso de la escuela al instituto fue para él increíblemente motivador, la incertidumbre, que la hubo, fue compensada con creces por las ganas de "crecer", se sentía con confianza de sobra ante el nuevo reto, se sabía con capacidades más que suficientes debido al buen desempeño en el proceso de enseñanza y aprendizaje en la escuela y además se sentía arropado al compartir el cambio con muy buenos amigos.
Manuel César con sus compañeros

"Buscando en el baúl de los recuerdos" hemos encontrado esta instantánea tomada, posiblemente, en una semana cultural, donde de derecha a izquierda de la foto aparecen José Antonio Barea, Francisco Martínez (Kiskin), Juan Torres (Cala), Jesús Cordero, Manuel Tejero (Gorrión), Francisco Jesús Cruz, Manuel César y Felipe, a quienes enviamos desde aquí todo nuestro cariño y admiración.

Recordaba disfrutar en lo académico, especialmente con la materia de Ciencias Sociales, impartida por Don Alfonso, toda una referencia en el Instituto y que tuve la suerte de conocer durante varios años en mi primera estancia en el Bajo Guadalquivir, además de por él, también me contó que le apasionaba la apasionaba la Geografía.
Recordaba disfrutar en lo académico, especialmente con la materia de Ciencias Sociales, impartida por Don Alfonso, toda una referencia en el Instituto y que tuve la suerte de conocer durante varios años en mi primera estancia en el Bajo Guadalquivir, además de por él, también me contó que le apasionaba la Geografía.
Aunque también tenía y tiene buenos recuerdos de materias como Ciencias Naturales, impartida por Mari Carmen Pérez, le resultaba increíble poder compartir, no ya el instituto, sino incluso las instalaciones del gimnasio y las pistas al impartir Mari Carmen clases de Educación física y ser por tanto, ahora, compañera de su departamento . Como es natural se acordaba de la asignatura de Educación Física, impartida por Emilio Delgado e hizo alusión a la temida asignatura de inglés del momento, de la que me decía, entre risas, que había ¿sobrevivido¿ (las comillas las puso él en su documento, que conste).
En lo personal, me habló en las entrevistas y en el documento me lo confirmó por escrito, que sentía que había habido algunos cambios pero recordaba seguir manteniendo su grupo de amigos del colegio. En gran parte gracias a que muchos coincidieron con él en la misma clase, aunque también me dijo que como es natural conoció y comenzó nuevas amistades con compañeros de otros centros y de otros cursos, con los que recordaba tener muchas vivencias cotidianas propias de la edad. Llegado a este punto me reconoció tanto en la entrevista como en el documento que, salvando las diferencias tecnológicas, esas vivencias no diferían mucho de las que hoy podía ver en los alumnos con la misma edad.

En segundo de ESO, las cosas no salieron tan bien como en el curso anterior, pudo ser el momento de la adolescencia o algunas circunstancias personales que tuvieron lugar en su vida, las que no permitieron que continuara el buen camino iniciado en primero, lo cierto y verdad es que como consecuencia de todo ello tuvo que repetir curso.
Ese momento fue extraordinariamente para su formación, no solo como persona sino también como docente. Es muy interesante el conocer cómo fue aquello contado por él, tanto en la entrevista personal en la que salió como en el documento que me hizo entrega y en el que de su puño y letra expresaba lo que había sido y cómo le había marcado.
Tanto de una manera como de otra, me transmitió que fue una sensación extraña, me contó , que en ese momento se lo preguntaba y le preguntaban cómo era posible que un alumno que había superado con solvencia, no solo la primaria, sino también el primer curso de secundaria, fuese a repetir segundo
Me contó que aun escuchando todas las explicaciones posibles, todavía hoy seguía sin tener una respuesta clara. Cree que fue una combinación de factores, desde la inmadurez, la inestabilidad propia de la adolescencia, las circunstancias personales, un poco de todas, pero fueran cuales fueran, lo que sí es cierto es que hoy seguía estando presente en su vida, y es precisamente esa experiencia, la que le hace tener claro como docente, que la edad de nuestro alumnado es la que es, un momento de formación de su personalidad, un momento crítico en su desarrollo como persona y que precisamente por ello, tiene que ser objeto de nuestra atención, pues en la docencia no solo se enseñan contenidos, también se educa.
Manuel me contó que si bien recordaba esa sensación de fracaso, de dejadez y pérdida de rumbo, también recordaba las clases de matemáticas de José Manuel Galván, el Gran Galván, el francés de Juan López o la Historia de Paco López, su tutor en ese curso. Sigue guardando un magnífico recuerdo de él, de sus charlas y consejos sobre lo que estaba haciendo y sus reiterados esfuerzos por concienciarle, reconociendo que a pesar de ello su inmadurez no le permitía entender. A este respecto, recuerda haber hablado con un compañero de aquellos momentos sobre la posibilidad real de abandonar los estudios en cuanto pudiera, eran los años de la burbuja inmobiliaria y una salida profesional que siguieron muchos compañeros, que al hacerlo disfrutaban de un envidiable estatus económico.

Resulta muy aleccionador llegar hasta aquí, es bastante más importante de lo que parece su testimonio en este punto, porque esa salida profesional fácil, si uno se para a pensarlo ha hecho mucho daño a nuestro sistema educativo. La apuesta por la construcción como modelo de desarrollo económico rápido y con ello la necesidad de una mano de obra poco o nada cualificada está detrás de nuestras dificultades para ser un país avanzado de verdad, con altos salarios producto de empleos cualificados y con alta productividad. Recuerdo que cuando me lo contó en la entrevista y después pude leerlo en el documento que me entregó, no pude evitar el pensar en otros muchos alumnos, algunos de ellos muy buenos alumnos, que decidieron optar por esa vía rápida antes que por seguir formándose. Fue una confesión muy clarificadora. Sí


El curso que tuvo que repetir, en lo académico no recordó gran cosa de él, salvo que había que estar ahí. Recordó que agruparon a todos los repetidores en una clase, supone que con la intención de proporcionarles la consideración necesaria para que pudiéramos superar los retos que se les presentaban. Sí recordaba a la profesora de Lengua Castellana y Literatura, Gema Hernández Mancha y a Juan López, jefe de estudios, con el que tuvo más de una charla que esta vez sí le sirvió de mucho para motivarse, conversaciones que lo reafirman hoy en la idea que la docencia es mucho más que enseñanza de contenidos, es educación en valores.

 
"Buscando en el baúl de los recuerdos" hemos encontrado esta otra instantánea tomada, posiblemente en la misma semana cultural donde, junto a compañeras y compañero, encontramos a Juan López Pérez, adjunto a la jefatura de estudios y profesor del departamento de francés.
Y esto, con ser importante, por lo que estas palabras significan, lo es mucho más por cómo las dijo. A él, precisamente por esa experiencia personal, no le tienen que decir que la docencia es más que enseñanza de contenido sino que también lo es en valores. Él lo descubrió, y en primera persona, hace muchísimo tiempo.

En Tercero de ESO, las cosas cambiaron, si bien es cierto que en el primer trimestre fue un desastre, en lo académico parecía haber vuelto a las sensaciones del curso anterior, aunque en lo actitudinal no iba en la dirección correcta. Recuerda su primer y único parte de incidencia como alumno, siendo la razón una discusión con un compañero dentro de clase. Primer y único parte de incidencia, ¡¡albricias!! También hoy suele suceder, para que vamos a mentir, pero vaya, llama la atención el dato y su recuerdo claro, cristalino, fue el único. Lo que dice mucho de su calidad ya por entonces.
Me refirió que fue entonces, en el segundo trimestre, cuando todo empezó a cambiar, ayudaron en ello muchos factores. Uno de ellos fue el encontrar un grupo de amigos que buscaban hacer las cosas bien y no mal. Otro fue el comenzar a recibir clases particulares con Don Alberto Serrano. Me cuenta con algo de sorna que probablemente hay que ser de Lebrija para entender qué significa esto aunque el análisis pudiera ser muy subjetivo y vano.

Lo cierto y verdad es que endereza el rumbo y llegó el siguiente curso, cuarto de ESO.

Fue el curso en el que no solo disfrutaba con materias que siempre le habían gustado como Historia, Lengua Castellana y Literatura, Inglés o Educación Física sino que lo hizo aún más con materias como Matemáticas, en la que consiguió obtener algún éxito significativo.

En relación al recuerdo de sus profesores, recuerda a Gloria de Historia, buena profesora y buena persona. Elia de Matemáticas, Arsenio Muñoz en Ética, o Mari Luz Diéguez en Inglés. Fue en este momento cuando consiguió entender que la madurez no solo era académica sino de pensamientos e ideas.

De esta forma llegó a 1º de Bachillerato justo como había que llegar, es decir, con la madurez necesaria.

Decidió hacer el Bachillerato de Letras aunque en ese momento no tenía claro lo que iba a estudiar una vez terminado el Bachillerato. Pensaba en Derecho, Periodismo o Magisterio pero no le preocupaba en exceso estando como estaba concentrado en hacer un buen curso.

Fue un curso que en lo académico le hizo recordar especialmente a Javier Almodóvar de Latín y Griego. Además recordaba haber disfrutado de actividades propias del centro como el día del Ajo y la semana cultural.

Y así pudo llegar a 2º de Bachillerato. Fue un año duro pero ilusionante.

"Buscando en el baúl de los recuerdos" hemos encontrado esta otra instantánea tomada el viernes día 23 de marzo de 2007 con motivo de la cena de fin de estudios de 2º de bachillerato.

Y tras él, tras los siete años de vivencias entre las aulas, pasillos y patios del IES Bajo Guadalquivir, otros diez años después y volvió a esas mismas aulas, pasillos y patios del IES Bajo Guadalquivir como profesor.

Me resultó una gratísima experiencia personal tanto escuchar sus palabras como leer el documento posterior con esas mismas vivencias puestas por escrito.

Espero que los que lean esta entrada disfruten de la misma forma que servidor.

(Entrevista realizada por Alfredo Luis Herrera Durán. Colaboración de María del Carmen Pérez Silva)

jueves, 13 de febrero de 2020

De alumno a profesor

Hola, el artículo de hoy va dedicado a todos aquellos en los que hemos dejado huella y que, sin quererlo nosotros, han seguido nuestros pasos.
Este es el caso de Manuel Ángel Bernal Romero, compañero y amigo, que un día, algo lejano ya, fue alumno mio. 
En el año 1.997 yo estaba embarazada de mi hijo, y Manu, estudiante de FP en la rama de Electricidad, a quien yo impartía Ciencias Naturales,  insistía en que le pusiera como él, pero yo me decanté por Ángel Manuel.



Os añado una foto de cuando yo le daba clase y un vídeo de la entrevista que le hice y en la que nos cuenta un poco como fue su vida de estudiante, y la diferencia que ve desde su perspectiva ahora como profesor.
La entrevista es muy cortita, sólo un par de minutos, pero suficiente para aclarar las diferencias entre el alumnado de entonces y el actual.
Espero que os guste.